Si fuese por la aerodinámica, el cuerpo de una abeja no fue hecho para volar; lo bueno, es que la abeja no lo sabe.
… bajó pedro de la barca y se puso a caminar sobre las aguas yendo hacia Jesús… y como de pronto sintió miedo comenzó a hundirse gritando, “Sálvame Señor”. Mateo 14:30.
Según estos dos enunciados “No existen limitaciones” para alcanzar cualquier reto y sobre esta premisa declaramos nuestro manifiesto.